lunes, 30 de abril de 2007

We live in a beautiful World


El calentamiento global, la contaminación ambiental, la tala indiscriminada de árboles, la extinción de una especie animal y la desaparición Progresiva de la capa de ozono son algunas de las perfectas obras de inconciencia del ser humano frente a la naturaleza. Algunos podrán afirmar que es causa de de la mente siniestra del ser humano, pero la verdad es que la causa corre por una explicación muy simple, que no pasa por ser buenos o malos con nuestro entorno. Estamos insertos en una época moderna en el que el modo de ver al resto es por bestand (lo que tiene que ser consumido y reemplazado), en otras palabras vivimos en la época del desecho. Explotamos a la naturaleza como si siempre estuviera ahí para nuestro “consumo”, como fuente inagotable de recursos y lo peor es que esto no solo involucra a nuestra relación con el medio sino que también a la relación con los de nuestra propia especie. Las relaciones de hoy en día se basan en la eficacia y funcionalidad de las personas, de manera que si mi pareja no cumple con ciertas “exigencias” simplemente lo desecho, o si alguien no es como yo quiero que sea, no es una persona con la que yo puedo compartir.
Las personas son vistas como sinónimo de explotación tanto como en nuestra vida cotidiana como en el ámbito laboral; explotamos a nuestros pares para conseguir sus “recursos humanos”.Cuando desechamos a una persona es porque su funcionalidad no es suficiente para nosotros, nos quedamos tranquilos sabiendo que otro ocupara el lugar de la persona “desechada”.
En el articulo “El hombre del mundo moderno: Una reflexión basada en los pensamientos de Heidegger”, Ana María Zlachevsky menciona que la mayor cantidad de suicidios en estados unidos se debe a que muchos jóvenes no valoran su vida y no por patologías Psíquicas o problemas de interacción con su entorno (padres, amigos, universidad, etc.).Ana María se pregunta “¿No podría ser que la vida sea percibida para muchos jóvenes de hoy como “reemplazable”, “explotable”, “ente de consumo”?”. Me paraliza pensar que quizás uno de los tantos jóvenes que visitan a un psicólogo por “depresión” sea nada más que el efecto de vivir en una “época desechable”. Si no existe ningún factor de por medio que haga botar estas ideas suicidas ¿Por qué muchos jóvenes, incluso niños, optan por el suicidio? Recordemos el caso de la niña de 4 años que se ahorcó en Enero; no tenia problemas en su entorno familiar, los padres la querían mucho, tenia todo lo que una niña de su edad podría desear y tomó esa decisión sólo porque la mamá no la dejo salir a jugar. Es escalofriante pensar que ya no solo estamos viendo el mundo exterior como “ente de consumo”, sino que nuestra vida también está cayendo en círculo de lo reemplazable, y mucho más escalofriante es que los niños también están siendo parte de esto.
Indudablemente no elegimos la época en la que estamos insertos, prácticamente se nos obligó vivir dentro de este contexto cultural, pero ¿No sería más sensato mejorar nuestra calidad de vida, haciendo que la estadía en esta época en la que estamos “obligados” a vivir sea más grata?, Heidegger propone dos formas de vivir, el gelassenheit (serenidad), meditar respecto al mundo en el que vivimos y a la voluntad de descubrir que es lo fundamental para nosotros; La otra forma es descubrir el mundo como “desocultamiento protector”, dejar ser a los entes como son, sin exigencias de por medio.
Da igual el modo que encontremos para vivir en el loco mundo de hoy, el punto es que cada uno tome conciencia de la época en que vivimos, que tomemos conciencia del daño que inconcientemente hemos provocado, tanto en la naturaleza como con nuestros pares, ya que en nosotros está el futuro de los nuestros.